Diario de Yucatan

Pide Japón abolir las armas nucleares

No quieren que se repita la tragedia de Hiroshima

HIROSHIMA (EFE).— Setenta y siete años después del bombardeo atómico sobre Hiroshima, esta ciudad del oeste de Japón busca trasladar su trágica historia a una nueva generación de líderes mundiales ante la inquietud por la invasión rusa de Ucrania y la escalada de las tensiones en Asia.

Hiroshima, la primera ciudad en ser bombardeada con armas nucleares el 6 de agosto de 1945, será la sede de la reunión del G7 el próximo mayo, desde donde busca trasmitir un mensaje de paz y en contra de las armas nucleares, ante una nueva tanda de líderes globales.

“Los miembros del G7 vendrán a Hiroshima en una reunión muy importante tras la agresión rusa de Ucrania, por lo que esperamos que lo que sucedió aquí tenga un gran impacto en la mente de estos líderes”, señala el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, durante un tour con prensa extranjera organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores nipón por el aniversario de la tragedia.

En 2016, Barack Obama, persuadido por el entonces primer ministro japonés Shinzo Abe, fue el primer presidente de Estados Unidos en viajar a la ciudad objetivo de los bombardeos estadounidenses, en una visita histórica que ahora el actual mandatario nipón, Fumio Kishida, busca repetir con Joe Biden.

Kishida anunció el pasado junio que la cumbre de líderes del grupo de los siete del próximo año se celebrará en esta ciudad los días 19 y 21 de mayo, con lo que pretende mandar un mensaje “para que no se repitan nunca los horrores de las armas nucleares”, según explicó.

En carne propia

La preocupación por la situación mundial también está presente entre los “hibakushas” —supervivientes de la bomba atómica—, personas que tienen ahora al menos 77 años y que han ido muriendo en las últimas décadas por los efectos secundarios de la radiación o causas naturales.

“Simpatizo con lo que está sucediendo en Ucrania, ya que son siempre mujeres y niños los más afectados y no quiero ver a nadie pasar por lo mismo que nosotros pasamos. Sólo puedo describirlo como un infierno”, explica Yoshiko Kajimoto, una superviviente de 91 años, que se encontraba a 2.3 km del hipocentro de la explosión.

Kajimoto relata cómo se las ingenió para huir del edificio en el que se encontraba ese día arrastrándose entre los escombros junto a una amiga y cómo después pasó tres días sin comer o beber nada cargando cuerpos de amigos y conocidos.

La primera bomba nuclear acabó de forma inmediata con la vida de unas 80,000 personas, cerca del 30% de la población de entonces.

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2022-08-06T07:00:00.0000000Z

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