Diario de Yucatan

Los mexicanos alzan la mano en Madrid

Fonseca y Adame, con el listón alto en Las Ventas

Amigos aficionados...

A México, por equis o por ye, se le ha cerrado la Puerta Grande de la Plaza de Las Ventas de Madrid.

De lo que no debe quedarnos duda es que en este San Isidro que estamos cursando dos de sus principales cartas, pusieron muy alto el listón mexicano en el ruedo de la calle de Alcalá.

Y eso, en una época como está, cae como una bocanada de oxígeno. La sangre nueva que corre por las venas de Isaac Fonseca puso a todos de acuerdo en la novillada del lunes. La solidez de Joselito Adame, el martes, dejó claro que tenemos un torero que puede pelear los trofeos a pesar de tener todo en contra (como la espeluznante voltereta sufrida).

¡Hay toreros. Sí señores! Es muy importante que ellos dos sigan ese camino, porque detrás suyo vienen otros con fuerza que tendrán como un plus el tener a otros abriendo senderos para poder seguirles la huella.

Llamó poderosamente la atención el caso de Fonseca. El jovencito proviene, dónde, comentaba mundotoro.com, lamentablemente se habla más de los 12 carteles de la droga que azotan Michoacán, que de los logros grandes de sus nativos. Isaac controló las sensaciones con una muestra de arrebato y deseos. Algunos que saben que tienen pocas oportunidades de torear en Las Ventas saben que ese día tienen que salir a morirse. O a intentar morir. Otros llegan con pánico escénico más si es en San Isidro, con 20 mil personas viendo en vivo y miles más en tele o en la web. Fonseca salió a morirse y se perdió la puerta grande por sus fallos con la espada. Pero logró lo que otros mexicanos no han podido: unificar criterios. En Madrid vieron a un torero hecho y derecho. La crítica española, lo sabemos, es durísima para tratar a los no iberos, pero a Fonseca, hecho en España, le reconocieron todo lo que mostró. Y, ojalá, podamos tener ya a esa figura que abra las puertas del triunfo en Madrid o Sevilla, dónde torea en estos días.

Grandioso, no hay duda, eso de Isaac.

Y también lo de José Guadalupe Adame Montoya, que de puritito milagro no terminó mal tras ser arrollado por el de Arauz de Robles. Dicen los doctores que a nada estuvo de lesionarse gravemente.

Lo de su faena era cosa de ponerse los pantalones y fajarselos bien.

Hay toreros mexicanos buenos, sí señores. El mundo los vio rozar el triunfo en Madrid.

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2022-05-19T07:00:00.0000000Z

2022-05-19T07:00:00.0000000Z

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