TERAPIAS

Siguen ensayando medicinas para tratar la infección

Uno de los siguientes frentes contra el Covid-19 será tener una terapia en forma de pastilla

WASHINGTON (AP). — Si Priscila Medina se hubiese contagiado de Covid-19 hace un año no hubiera tenido tratamientos seguros y efectivos. Pero cuando la enfermera de 30 años llegó a un hospital de Long Island en marzo pasado, con problemas para respirar al grado de que apenas podía hablar, los médicos sabían qué hacer.

Inmediatamente le dieron un nuevo medicamento con anticuerpos que bloquean el virus “y al día siguiente ya podía levantarme y caminar”, recuerda. “Después de dos días empecé a mejorar mucho. Podía bañarme, comer y jugar con mi hijo”.

Tratamientos como éste pueden ayudar a evitar hospitalizaciones, pero no se les usa mucho porque requieren tratamiento intravenoso. Otras medicinas para pacientes graves pueden acelerar la recuperación, aunque pocas mejoran los índices de supervivencia.

Si bien las vacunas ayudan a contener la pandemia, hacen falta tratamientos mejores y más sencillos, especialmente ahora que se propagan variantes del virus.

“Vemos cada vez más gente, y más joven, con problemas graves, que requieren hospitalización y a veces mueren”, declaró el principal experto del gobierno estadounidense en enfermedades infecciosas, el doctor Anthony Faucci, en una charla en el National Press Club.

La necesidad más apremiante es contar con algo similar a una píldora “que evite que la gente con síntomas empeore y deba ser hospitalizada”, señaló.

Fabricar medicinas para atender problemas respiratorios no es fácil, en parte porque las dosis tienen que ser lo suficientemente altas como para que entren en los pulmones pero no tanto como para resultar tóxicas.

Las investigaciones en ese sentido se han tardado un poco porque los gobiernos se enfocaron inicialmente en las vacunas. A finales de abril de 2020 un fármaco dio buenos resultados en un estudio auspiciado por las autoridades de Estados Unidos.

El medicamento —remdesivir, vendido con el nombre de Veklury por Gilead Sciences Inc.— aún es el único aprobado para combatir el Covid-19 en Estados Unidos, aunque hay otros, como el que recibió Priscila Medina, que pueden ser aplicados en casos de emergencia.

Remdesivir es el único antiviral contra el Covid-19 que impide la reproducción del virus “y necesitamos muchos más”, declaró recientemente el director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins.

Varios laboratorios, incluidos Pfizer, Roche y AstraZeneca, están ensayando pastillas antivirales. La más avanzada es molnupiravir, de Merck and Ridgeback Biotherapeutics. No parece ayudar a los pacientes hospitalizados, pero sí es prometedora en los contagiados menos graves. Se espera un estudio grande para fin de año, según las empresas.

Si todo sale bien, la pastilla podría ser administrada en casa cuando aparecen los primeros síntomas, igual que se hace ahora con las medicinas para la gripe. Los Institutos Nacionales también buscan opciones domésticas en un estudio en el que se prueban siete fármacos que ya se emplean contra otros males.

Se ensayan asimismo vacunas. Algunos pacientes que continuaban con síntomas de Covid-19 después de mucho tiempo aseguraron que mejoraron después de ser vacunados.

Por ahora hay una terapia prometedora: medicinas anticuerpos, que reducen en un 70% la necesidad de hospitalización si se toman en los primeros diez días tras la aparición de síntomas. Eli Lilly y Regeneron Pharmaceuticals están autorizados a ofrecer sus tratamientos a pacientes de alto riesgo.

Los anticuerpos los produce el sistema inmunológico, pero lo hace semanas después de la infección. Las medicinas ofrecen anticuerpos de laboratorio que ayudan de inmediato.

Baja demanda

La demanda de esas medicinas, extrañamente, ha sido muy baja. Muchos pacientes no saben de su existencia, además de que médicos y hospitales no estaban preparados para suministrarlas, y las intravenosas son un inconveniente, aunque Regeneron ensayó ofrecer la medicina como vacuna.

“Es una terapia que salva vidas. Consideramos que tiene una gran oportunidad de ser usada mucho más”, dice Donald Yealy, director de Medicina de Emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.

“No tienes que estar muy enfermo” para recibirla y muchos pacientes dudan en recurrir a ella porque piensan que pueden recuperarse sin administrársela, pero repentinamente empeoran.

Eso le pasó a Medina, enfermera del Long Island Jewish Medical Center de Nueva York. “Cuando pensé que mejoraba, empecé a sentirme peor”, afirma. “Tuve miedo. Me costaba respirar. Apenas si podía hablar”.

El hospital hizo arreglos para que recibiese el tratamiento de anticuerpos en el vecino North Shore University Hospital y ella se recuperó en su casa.

La severidad de los síntomas determina la terapia, lo mismo que el tiempo de tomar medidas. Algunas medicinas pueden salvar vidas en un momento y resultar perjudiciales en otro.

Se usa el remdesivir cuando un paciente necesita más oxígeno, pero no respirador artificial. En estudios, el fármaco redujo el tiempo de recuperación de 15 a 10 días, pero no mejoró las posibilidades de supervivencia, por lo que la Organización Mundial de la Salud se opone al uso de la costosa droga.

Las únicas medicinas que elevan las posibilidades de sobrevivir son dexametasona y esteroides parecidos en pacientes que requieren oxígeno y cuidados intensivos. Si se usa antes, cuando los síntomas no son severos, pueden resultar nocivas.

“Al principio quieres que el sistema inmunológico luche contra el virus” y los tratamientos procuran alentar ese proceso, apuntó Faucci. “Si la enfermedad progresa, el sistema inmunológico puede exigirse demasiado y la persona puede morir”.