Aplazan sus quemas

Los campesinos queman milpas para sembrar

Campesinos de Valladolid queman su parcela en este mayo para sembrar en junio, tras alguna fuerte lluvia.

VALLADOLID.— Aunque cientos de campesinos quemaron sus milpas durante los meses de marzo y abril, con la esperanza de sembrar en mayo o en los primeros días de junio, todo dependerá que caiga una lluvia que sea suficiente para llevar al cabo la siembra tradicional.

De acuerdo con los datos del Distrito 181 de la Secretaría de Agricultura, en la zona oriente hay unos 18,000 campesinos que normalmente siembran alrededor de 45,000 hectáreas de maíz.

Sin embargo, también se sabe que, con el objetivo de seguir recibiendo el apoyo de Bienestar en el Campo, muchos

campesinos reportaron que trabajan entre una y tres hectáreas, pero la realidad es otra cosa, ya que no se ven los maizales en el campo.

Algunos campesinos realizaron quemas en marzo y abril para aprovechar cualquier lluvia que caiga y puedan sembrar.

El viernes por la tarde cayó un chubasco que bañó la ciudad, pero no fue parejo y resultó insuficiente para la actividad agrícola, pues solo duró unos 20 minutos, y aunque la tarde permaneció nublada no volvió a llover.

Este mes otros campesinos están realizando sus quemas, ya que según ellos, en junio debe iniciar la temporada de lluvia y hay que estar preparados para la siembra.

Miguel Manzano Nahuat, un campesino que tiene su parcela por los montes del Hospital, manifestó que la lluvia que cayó el viernes no fue suficiente para sembrar, pues para ello es necesario que la humedad de la tierra tenga cuando menos 20 centímetros de profundidad y para que se logre debe caer un aguacero.

Explicó que quemó en mayo porque sabe que en junio es casi seguro que empiece el temporal de lluvias y podría cosechar a finales de septiembre o a principios de octubre, dependiendo de las condiciones del tiempo.

Comentó que en el caso de los que quemaron en marzo y abril, es probable que haya salido de nuevo la maleza naturalmente, por lo tanto se verán obligados a quemar de nuevo ante la falta de lluvias, lo cual es doble trabajo y pérdida de dinero.—