Suspenden a un padre por unas declaraciones

Tras molestia en Sisal, se aplaza la decisión inicial

SISAL, Hunucmá.— Luego que el domingo 16 de mayo el padre Francisco Kantún Medina llamó a los sisaleños a defender sus playas para que no las privaticen y les dijo que “Ni Morena, ni PAN, ni PRI, ni ningún hijo de su mad..., porque todos son de la misma calaña”, ayer la Arquidiócesis de Yucatán le informó que lo envía a seis meses de retiro a la Casa del Sacerdote.

Enterados, vecinos se reunieron afuera de la iglesia de San José y se dijeron enojados porque no quieren que se vaya el padre Francisco. Al final, la Arquidiócesis aplazó al domingo 27 el traslado.

El padre Francisco descansa los lunes y martes y se va con su familia a Mérida, pero hoy se reunió con el obispo auxiliar, Mons. Pedro Mena Díaz, quien le dio la orden de retirarse y entregar ayer la iglesia de Sisal.

El sacerdote le dijo al Diario que estaba sorprendido y consternado porque le dijeron que le darán seis meses de descanso en la Casa del Sacerdote, pero no lo mandarán a otra iglesia ni le permitirán predicar.

“Para mí es un castigo porque me dijeron que no podré predicar”, expresó.

Como le ordenaron, el padre Francisco llamó al párroco de Hunucmá, Javier Castillo Domínguez, y le pidió venir porque le acaban de notificar que debe irse de Sisal y entregar la iglesia.

El padre Javier llegó a la iglesia de San José y, a petición de los fieles y del comisario municipal, Miguel Ek Pech, aceptó mediar y llamó al obispo Mena Díaz.

Le dijo que los fieles se dicen enojados porque la Arquidiócesis suele avisar con anticipación del cambio de un sacerdote, pero a ellos no les informó antes ni se les envió un escrito que les explique el motivo del retiro.

Le indicó que ellos dicen que si se va el padre Francisco no aceptarán a otro, y piden que su sacerdote esté presente en la misa de la Confirmación de adolescentes el próximo domingo.

Monseñor Mena Díaz aceptó aplazar al domingo 27 la salida del padre Francisco, y que mañana miércoles a las 10 a.m. vayan a Catedral el comisario y cuatro o seis vecinos a dialogar sobre el caso del sacerdote.

Al pedirle ayuda al párroco, el comisario declaró que le preocupa el caso porque la gente está molesta y porque antes de la llegada del padre Francisco Sisal era un pueblo abandonado religiosamente, la iglesia estaba cerrada, el párroco de Hunucmá en turno llegaba cuando podía, y cuando se moría alguien había que buscar un sacerdote.

El comisario señaló que los sacerdotes son seres humanos y como tales a veces hablan de más, pero al padre Francisco la mayoría de los sisaleños lo apoya.

Al anunciarse que el padre Francisco se queda hasta el domingo próximo, la gente celebró con aplausos y cantos. Luego empezó a recabar firmas para entregar mañana a la Arquidiócesis y pedirle que se quede el padre Francisco hasta que él decida retirarse.—