“Castigo” para un padre

En Sisal apoyan a su sacerdote para que no lo retiren

SISAL, Hunucmá.— Luego que el 9 de mayo celebró 31 años de que fue ordenado sacerdote por el hoy extinto papa Juan Pablo II, al padre José Francisco Kantún Medina, de unos 59 años, le ordenaron dejar y entregar ayer lunes la iglesia de San José, que atiende desde el 1 de enero de 2014.

El obispo auxiliar, Pedro Mena Díaz, le informó que lo envían a seis meses de retiro en la Casa del Sacerdote, pero no irá a otra comunidad y no le permitirán predicar. Esto último, para el padre Francisco, es un “castigo”.

Ayer mismo, sisaleños pidieron y lograron que el “padre Chico” se quede al menos hasta el domingo próximo.

El repentino cambio llegó a cinco semanas que el padre Francisco en un sermón llamó a los sisaleños a defender sus playas para que no las privaticen mediante las concesiones de palapas.

SISAL, Hunucmá.— A cinco semanas de que domingo 16 de mayo el padre Francisco Kantún Medina llamó a los sisaleños a defender sus playas para que no las privaticen y a no votar por “Ni Morena, ni PAN, ni PRI, ni ningún hijo de su mad..., porque todos son de la misma calaña”, ayer la Arquidiócesis de Yucatán le informó que lo envía a seis meses de retiro a la Casa del Sacerdote y ya no podrá predicar.

Enterados, vecinos se reunieron afuera de la iglesia de San José y se dijeron enojados porque no quieren que se vaya el padre Francisco. Al final, la Arquidiócesis aplazó al domingo 27 el traslado.

El padre Francisco descansa los lunes y martes y se va con su familia a Mérida, pero ayer se reunió con el obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Pedro Mena Díaz, quien le dio la orden de retirarse y entregar ayer mismo la iglesia de Sisal.

El sacerdote le dijo al Diario que estaba sorprendido y consternado porque le dijeron que le darán seis meses de descanso en la Casa del Sacerdote, pero no lo mandarán a otra iglesia ni le permitirán predicar.

“Para mí es un castigo porque me dijeron que no podré predicar”, expresó.

Como le ordenaron, el padre Francisco llamó al párroco de Hunucmá, Javier Castillo Domínguez, y le pidió venir porque le acaban de notificar que debe irse de Sisal y entregar la iglesia.

El párroco Javier llegó a la iglesia de San José y, a petición de los fieles y del comisario municipal, Miguel Ek Pech, aceptó mediar y llamó al obispo Mena Díaz.

Le dijo que los fieles se dicen enojados porque la Arquidiócesis suele avisar con anticipación del cambio de un sacerdote, pero a ellos no les informó antes, ni envió un escrito que les explique el motivo del retiro del padre.

Le indicó que ellos dicen que si se va el padre Francisco no aceptarán a otro, y piden que su sacerdote esté presente en la misa de la Confirmación de adolescentes el domingo próximo a las 10 a.m.—