Diario de Yucatan

Alarmante retroceso

HRW ve crisis de de la democracia en Latinoamérica

MIAMI (AP y EFE).— América Latina experimenta un profundo deterioro de las libertades fundamentales tanto en países cuyos gobiernos fueron elegidos democráticamente como en otros en los que sus líderes se mantienen en el poder de manera cuestionada, indicó la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

“El 2021 es un año que nos deja con una enorme preocupación porque estamos viviendo un alarmante retroceso en libertades básicas que dábamos por sentadas en América Latina”, expresó la directora interina para las Américas de HRW, Tamara Taraciuk Broner, en una entrevista telefónica con The Associated Press.

“Incluso líderes que llegaron al poder mediante elecciones democráticas han atacado a la sociedad civil independiente, la libertad de prensa y la independencia judicial”, añadió.

El deterioro de los derechos humanos en 15 países de la región —entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, México, Cuba, Venezuela y Nicaragua— aparece en el Informe Mundial de 752 páginas que analiza la situación en 100 naciones de todo el mundo.

Según HRW, en Latinoamérica hay líderes democráticos como los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de México, Andrés Manuel López Obrador; y de El Salvador, Nayib Bukele, que han implementado acciones para debilitar la independencia judicial generando “una situación muy delicada” para la democracia en la región.

Agregó que pareciera que los espacios que se fueron ganando tras la caída de las dictaduras militares décadas atrás, como el fortalecimiento del Poder Judicial, la libertad de expresión, el papel activo de la sociedad civil, están retrocediendo, explicó Tamara Taraciuk.

Para HRW esto es claro en países a los que califica como dictaduras, entre los que incluye a Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero también en otros democráticos.

“Están abusando de haber llegado al poder democráticamente, justamente para socavar la democracia que los atrajo al puesto que están ejerciendo”, dijo Broner y puso como ejemplo a Bolsonaro y a Bukele.

En Cuba el gobierno realizó “abusos sistemáticos contra críticos y artistas, incluyendo detenciones arbitrarias, maltrato de detenidos y procesos penales abusivos, en respuesta a protestas mayormente pacíficas en contra del gobierno”.

Familiares y activistas de la isla indicaron que esta semana hubo procesos judiciales a 57 personas que protestaron en julio en reclamo de cambios en el gobierno hasta una solución al desabastecimiento de alimentos y medicinas.

Según la organización cubana Justicia 11J hubo 1,300 arrestos de manifestantes y más de 200 procesados. Las autoridades alegaron que las protestas —algunas de ellas con actos de vandalismo—, fueron instigadas por opositores con apoyo de Estados Unidos.

En Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega acaba de asumir su cuarto mandato consecutivo, las elecciones de noviembre se realizaron “sin las más mínimas garantías democráticas”, dijo HRW.

En su campaña electoral el gobierno de Ortega detuvo a más de 40 líderes opositores, activistas y profesionales, incluidos siete aspirantes a la presidencia. Todos siguen presos junto a otros 120 “presos políticos”, de acuerdo con estadísticas de la oposición no confirmadas por las autoridades. El mandatario ha dicho que los arrestados buscaban desestabilizar a su gobierno con ayuda externa.

En Venezuela HRW ha denunciado la persecución de opositores y la desigualdad para competir en elecciones. En noviembre la fiscalía de la Corte Penal Internacional inició una investigación sobre posibles crímenes de lesa humanidad cometidos en la presidencia de Nicolás Maduro y expertos de las Naciones Unidas concluyeron que las autoridades judiciales habrían sido cómplices de abusos, indicó el informe de la organización de derechos humanos.

Maduro ha rechazado las críticas sobre el proceso electoral en su país y ha acusado a Estados Unidos, que junto con la Unión Europea ha implementado numerosas sanciones contra Caracas y sus funcionarios, de conspirar contra las elecciones.

El brasileño

En Brasil, explicó el reporte de HRW, Bolsonaro intentó intimidar al presidente del Tribunal Supremo Electoral por medio de insultos y amenazas y realizó acusaciones infundadas de fraude electoral.

El mandatario brasileño se dedicó durante semanas a criticar el sistema de sufragios de su país, denunciando a sus autoridades de presuntamente influir para que hubiera fraude. Después reconoció no contar con pruebas que respaldaran esas acusaciones. A pesar de ello ha continuado acusando al ex y al futuro presidente del tribunal electoral. El miércoles dijo que ambos apoyan a su principal oponente, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En México, dijo HRW, López Obrador continuó sus ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos y sus esfuerzos de “eliminar organismos independientes que limitan su poder y por cooptar el sistema judicial para perseguir a enemigos políticos”.

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2022-01-14T08:00:00.0000000Z

2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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