Diario de Yucatan

Las cirugías de nariz aumentaron durante la pandemia, pues el cubrebocas oculta la hinchazón posoperatoria.

Aprovechan la pandemia para ocultar la cirugía

TEHERÁN (EFE).— Cuando las mascarillas se volvieron omnipresentes por la epidemia del coronavirus, la iraní Sahar aprovechó para retocarse la nariz para así disimular bajo el cubrebocas la hinchazón posterior a la rinoplastia, una cirugía muy popular en Irán.

“El número de operaciones estéticas y cirugías plásticas aumentaron durante el período (de la pandemia)”, explica el presidente de la Sociedad Iraní de Cirujanos Plásticos y Estéticos (Ispas), Hamed Bateni.

El cirujano afirmó que en algunos períodos de la pandemia que comenzó a finales de 2019 se duplicaron y hasta triplicado las operaciones y los tratamientos estéticos, aunque prefirió no dar cifras concretas.

Bateni considera que la disminución de las relaciones sociales, el tener más tiempo para uno mismo, salir menos de casa o la posibilidad de ocultar la cirugía y sus efectos posoperatorios son algunos de los motivos tras el aumento de los tratamientos estéticos durante el coronavirus.

En Irán las cirugías estéticas, especialmente las de la nariz, son muy comunes y están aceptadas.

Pero aún así hay quien prefiere ocultarlo, como fue el caso de Sahar, quien corrió a operarse durante la pandemia cuando las mascarillas se volvieron obligatorias y la vida social se ralentizó con colegios, universidades, centros comerciales y lugares religiosos cerrados durante meses.

“Pensé que si el coronavirus se acaba, nos quitaríamos la mascarilla y nunca me operaría”, dijo la joven a los medios iraníes.

Assal, de 21 años, quería quitarse una protuberancia de la nariz desde hace tiempo pero prefería que sus compañeros de trabajo no se enterasen: “Con las restricciones por la pandemia estábamos trabajando desde casa. Entonces decidí aprovechar la oportunidad y hacerlo”, expresó la joven, orgullosa de su nueva nariz.

En Irán las operaciones de nariz son tan comunes que Teherán es conocido como la “Meca de la rinoplastia” o la “capital de la rinoplastia”.

Por las calles del pudiente norte de Teherán es común ver a jóvenes, especialmente mujeres, con vendas o gasas en la nariz, indicativo de que pasaron por el quirófano.

Los factores son varios. “Es una cuestión étnica. La nariz iraní no es muy proporcional”, explicó el presidente de la Sociedad de Cirujanos Plásticos y Estéticos de Irán.

Además, desde la revolución islámica de 1979, liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, las mujeres deben cubrir sus cuerpos y el pelo con el velo.

“Solo pueden mostrar sus caras”, dijo Bateni, lo que explicaría la obsesión por la nariz y el rostro perfecto.

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2022-01-15T08:00:00.0000000Z

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