“Pol” Fernández no regresaría

El argentino se habría arreglado con Boca Juniors

La novela de Guillermo Fernández sigue sumando capítulos y, si la oferta de la que se habla en Argentina llega a las oficinas de Cruz Azul, el apodado “Pol” se irá vendido a Boca Juniors.

Diversos medios argentinos dan como un hecho que el mediocampista de 30 años ha llegado a un acuerdo con un contrato por tres años con Boca, que pagaría a cambio 2 millones de dólares a Cruz Azul por su pase en este mercado invernal.

Sin embargo, diversos medios aseguraron que hasta ayer Cruz Azul no ha recibido ninguna propuesta formal por Fernández, a quien le restan poco más de cinco meses de contrato con la Máquina cementera.

Fernández, quien se encuentra en su país natal desde el pasado miércoles por un permiso especial que le concedió el cuerpo técnico y la directiva cementera para resolver “asuntos personales”, prometió al entrenador Juan Reynoso y a los dirigentes Álvaro Dávila y Héctor Lara, así como a los capitanes de Cruz Azul, que volvería una vez solucionara sus problemas en Argentina.

Sin embargo, desde las declaraciones públicas de directivos de Boca como Jorge Bermúdez, quien aseguró el lunes pasado a una radio en Argentina que harían todo lo posible porque “Pol” volviera al equipo xeneize, hasta la información que ha recibido internamente Cruz Azul y las actitudes del mismo jugador, dan cada vez más la idea al equipo cementero de que el futbolista está forzando su salida.

Según ESPN, Fernández se realizó un tatuaje hace unas semanas y le provocó una infección en la zona del muslo, razón por la que no pudo jugar en la fecha uno contra Tijuana.

En el club hubo molestia por la situación, pero se esperaba que pudiera estar listo para enfrentar a FC Juárez en la jornada dos. Sin embargo, en el entrenamiento del martes 11 de enero, “Pol” sufrió una “crisis” y se dirigió llorando hacia la directiva y el cuerpo técnico para pedir un permiso especial para viajar a Argentina a resolver un “asunto personal”.

Diversas fuentes aseguraron que Guillermo Fernández argumentó un problema con su esposa, quien para ese momento ya estaba en Argentina, razón por la que tenía que viajar a su país y resolverlo personalmente.

Tras el “ok” de los capitanes de Cruz Azul y del cuerpo técnico, la directiva y el jugador acordaron un permiso de 12 días sin goce de sueldo para Fernández. Volvería el lunes 24 de enero a entrenar con La Máquina, en los trabajos de receso por la Fecha FIFA.