Diario de Yucatan

La medicina en la 4T

EDGARDO ARREDONDO GÓMEZ ( * ) arredondo61@ prodig y.net.mx

El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmo —Germaine De Staël

¡Y va de nuevo! ¡Qué ganas de incordiar!, sí: fastidiar, enfadar, denostar, disgustar, irritar, molestar, agobiar y un largo etcétera del presidente de la república.

El anuncio de la futura contratación de médicos cubanos deja ver más que claro, que, en temas de salud, la estrategia es: no tener estrategia.

El prometido servicio médico gratuito de primer mundo como el de Dinamarca, pero hecho a base del sello de la casa: ¡ocurrencias! Por si fuera poco, el desmantelamiento institucional en el sector salud, la cancelación del Seguro Popular, el engendro llamado Insabi con su anunciada muerte, el golpe de timón con el IMSS/Bienestar —de paso sea dicho, medida insuficiente—, el desabasto de medicamentos, el pleito con la Industria Farmacéutica Nacional, el pésimo manejo de la pandemia, además con lo que pudo ser una mejor estrategia de vacunación, ahora va este anuncio en mal momento.

Y digo mal momento por no decir pésimo. ¿Quién asesora al presidente en temas de salud?, es evidente que el secretario de Salud no, Jorge Alcocer es un enorme y caduco florero, ¿López Gatell? que ha sido la antítesis de lo que debió ser un zar anticovid…, ¿Zoe Robleda? que, ni es médico… ¿entonces?

Es claro que, en este tema de contratar médicos cubanos, lo de menos hubiera sido que el señor presidente consultara a expertos, pero como en todo: se hace porque él lo decide y punto.

“Vamos también a contratar médicos de Cuba que van a venir a trabajar a nuestro país; esta decisión la tomamos porque no tenemos los médicos que necesitamos en el país”.

¿En verdad no los tenemos señor presidente?, en el caso que así fuera, ¿el problema se soluciona contratando 500 médicos extranjeros?, ¿de verdad? Lo que se tiene es un gran número de médicos desempleados y subempleados en un sistema de salud que ha recibido los embates de desmantelación de la 4T.

Personal médico que expuso su vida en unidades Covid, que fueron contratados como eventuales y motivados con un trabajo a futuro permanente, literalmente engañados por su gobierno y echados a la calle, que arriesgaron su vida para salvar la de otros y no como los otros 500 médicos cubanos contratados en plena pandemia, y de lo cual abundan los numerosos testimonios en el sentido que, ni eran médicos especialistas que se requerían al caso (intensivistas, internistas, urgenciólogos, etc.), ni tampoco todos eran doctores y la mayoría nunca estuvo en la primera línea de batalla contra el —————

(*) Médico y escritor coronavirus.

“Firmamos un convenio de cooperación para que puedan irse a formar médicos generales como especialistas a Cuba, vamos a otorgar becas con ese propósito”. ¿Especialistas en que áreas, señor presidente? ¿Qué puede ofrecer Cuba en materia de especialización médica, con todo el respeto, a sabiendas de las grandes carencias que tienen en su infraestructura?

Especialistas en psiquiatría, como ha dicho en discursos anteriores: solo pensar en el manejo de la depresión por parte de médicos que viven en una sociedad privada de libertad de expresión y pensamiento: me aterra. El problema de la formación de médicos en Cuba no es el aspecto humano y, eso todo mundo lo sabe.

La medicina cubana se ha caracterizado en efecto por ser de las mejores desde tiempos del gran Carlos Finlay, aun después, y ni con la llegada de la dictadura de los Castro, un tiempo en que con todo y el mentado embargo norteamericano, la isla se convirtió en una potencia en Medicina, artes, letras y deportes.

No puede menoscabarse el gran papel que tuvo el ejército de brigadas sanitaristas en los conflictos bélicos, por ejemplo, el de Angola, pero después de la caída del bloque comunista, y sobre todo del llamado “período especial” hay un antes y un después, la Medicina cubana nunca se recuperó y, cada vez hay más déficit en su especialización.

Y lo digo con sobrado conocimiento. Tuvimos en Mérida en el Congreso de 1997 de la entonces Asociación Mexicana de Ortopedia y Traumatología (AMOT), de invitado a una eminencia de la Ortopedia, el Dr. Rodrigo Álvarez Cambras, que narró las grandes dificultades que tenían ya en materia hospitalaria en cuanto al tema de la capacitación.

Como anécdota recuerdo el problema que se nos presentó, unos años después, cuando en un evento posterior al que lo invitamos, tuvimos que pedir ayuda a la Facultad de Medicina de la Uady para conseguir un proyector de diapositivas cuando las ponencias se hacían ya en Power Point.

“Tenemos un déficit de especialistas, podemos tener hospitales, pero no tenemos pediatras, y más si se trata de ir a trabajar a hospitales en zonas pobres”. ¡No tenemos pediatras!, ¿quién le dijo señor presidente?

En las zonas rurales en México agréguese a las carencias el enorme riesgo que corren hoy en día los médicos que van a las zonas más apartadas donde el que manda es el crimen organizado. Compañeros privados de su libertad para atender narcos heridos, doctoras violadas, los más afortunados: secuestrados y devueltos al pagar un rescate. Es la triste realidad.

Los médicos del servicio social cada vez arriesgan más la vida cuando van a cumplir el año de su pasantía. El presidente fue enfático al señalar que los médicos mexicanos se niegan a trabajar en estas zonas rurales y de difícil acceso, que no hay especialistas dispuestos a mudarse. Y aquí el punto toral es la inseguridad, pero además una total falta de conocimiento: las zonas rurales más apartadas no cuentan con instalaciones hospitalarias de tercer nivel, luego entonces para qué mandar a un especialista. Es evidente que los médicos cubanos no son para cubrir estas plazas.

El tema de la falta de médicos ha sido recurrente en el discurso oficial, argumentos de que no todos los médicos acceden a una especialidad han sido torpemente paliados abriendo más plazas para residentes (más de diez mil cada año) con una red hospitalaria deficiente. O si no, estableciendo escuelas de medicina con un desafortunado modelo bolivariano educativo para formar médicos rurales comunitarios.

No se trata de denigrar a los colegas cubanos, que son los menos culpables, porque está más que comprobado: son una auténtica “carne de cañón” del régimen cubano; a nivel mundial abundan las denuncias hechas ante organismos internacionales de que en realidad son parte de un enorme sistema de trata de personas con bata clínica. Estos médicos son sobreexplotados por el régimen cubano.

“También vamos a adquirir una vacuna que ellos están produciendo para niños muy pequeños, que les ha dado muy buen resultado”. Es probable que se refiera a la Abdala, vacuna que aún está en fase de experimentación y la verdad: ¿por qué confiar en un biológico que aún no ha sido aprobado por la OMS, cuando el dinero que va a gastarse bien puede emplearse adquiriendo vacunas como la Pfizer autorizadas para este fin?

Ayudar a Cuba con la bandera de contratar médicos cubanos, no solo es innecesario, es infundado, no se justifica, pero además anunciar la compra de una vacuna no probada ya es un franco desacierto.

Si lo que se trataba era darle dinero al gobierno cubano, tal vez hubiera sido menos vergonzoso disfrazarlo de ayuda humanitaria, préstamo o póngale el nombre que se quiera. Pero la serie de lamentables justificaciones para esta gastadera de dinero echándole la culpa al sistema de salud que ha desmantelado y al de por sí maltratado gremio médico en esta 4T: “no tiene perdón de Dios”, como dirían los antiguos.

La molestia, la zozobra y el disgusto por esta situación ha sido de inmediato evidenciado y signado por prácticamente todos los colegios y federaciones de médicos del país. ¡Faltaba menos!

Y permitiéndome el relato al principio, a modo de metáfora: no por colocar más médicos, traerlos del extranjero o por hacer desapariciones, enmiendas y remiendos a las instituciones vamos a tener un sistema de salud gratuito como el de “Dinamarca… en menos de un año”.

Lo dicho hace casi tres años: las buenas intenciones cuando carecen de sustento se convierten en ocurrencias, pero cuando se daña a terceros… se transforman en perversiones.— Mérida, Yucatán.

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2022-05-17T07:00:00.0000000Z

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