Diario de Yucatan

Religión

Jóvenes recibirán orden sacerdotal el próximo lunes

CLAUDIA SIERRA MEDINA

Los diáconos Carlos Canché, Eddi Poot y William Alvarado (no aparece en la foto) serán ordenados sacerdotes.

Los diáconos transitorios Carlos Alfredo Canché Pisté, William Emmanuel Alvarado Durán y Eddi Mauricio Poot Herrera quieren ser sacerdotes para compartir el amor de Cristo y dar a conocer esa imagen del Dios amor en este mundo que realmente hace falta.

Los jóvenes recibirán el ministerio sacerdotal el próximo lunes 22, a las 6 p.m., en la Catedral, en una ceremonia que oficiará el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega.

William Emmanuel Alvarado quiere convertirse en sacerdote como respuesta “al llamado que me ha hecho Jesús para seguirlo por este caminar”.

Ser sacerdote no solo es una realización personal, también “es ser sacerdote para los demás, es ser un don de Dios, un regalo para la Iglesia”.

“Dar mi vida en este camino es encontrar el sentido a mi propia vocación, a mi propio llamado, no quedarme para mí todo, sino ser respuesta de ofrenda”.

Eddi Mauricio Poot explicó que al experimentar el llamado de Dios “tienes un encuentro con este Dios vivo, Dios de amor y uno quiere transmitirlo, quiere darlo a conocer a los demás y en este mundo realmente hace falta esa imagen del Dios amor”.

Por su parte, Carlos Alfredo Canché expuso que convertirse en sacerdote es la oportunidad para “compartir el amor de Cristo con los demás, especialmente con los más necesitados”.

El llamado

Carlos Alfredo Canché primero quiso ser misionero para “salir de su comunidad y llevar el Evangelio”.

Pero luego, conoció a un seminarista, quien le habló de las misiones. “Consideré que era una oportunidad donde podía hacer lo que quería: irme de misiones”.

La vocación de William Emmanuel Alvarado se fue dando a través de varios acontecimientos. “Lo primero fue tener una familia practicante que va a la Iglesia y que desde pequeño me inculcó la religión; la familia influye mucho”, resaltó.

Luego, al visitar el Seminario “me pareció un lugar de paz, un lugar de tranquilidad; y me pregunté ‘¿qué tal si estudio aquí?’”.

También fue un factor el conocer a seminaristas y sacerdotes que fueron parte de su formación cristiana durante el catecismo, “esa cercanía con la vida sacerdotal me hizo ver que el sacerdote es un amigo”.

Además, también enfrentó la enfermedad de un familiar que “en lugar de alejarme y hacerme dudar, me acercó más a Dios y esa situación me hizo preguntarme si servir a Dios era una respuesta para las personas que también pasan por una enfermedad”.

Eddi Mauricio Poot también creció en una familia católica practicante.

La Pastoral Juvenil y los grupos apostólicos germinaron el llamado.

“Quise entrar al Seminario Menor pero no lo hice, me dediqué a estudiar la preparatoria y la carrera; más adelante, con la relación con los sacerdotes de la comunidad, el apostolado y el conocer a seminaristas regresó con más fuerza la inquietud y es cuando me planteo la pregunta y decido acercarme al sacerdote a platicar y él me va orientando para poder entrar al Seminario”.

Las vocaciones

Al preguntarles acerca de la baja de vocaciones sacerdotales, expusieron que es de suma importancia el testimonio del sacerdote.

“Una de las cosas que atrae al joven es que el sacerdote viva su identidad sacerdotal y el joven diga que quiere vivir como él”, opinó Carlos Alfredo Canché.

Wilberth Emmanuel Alvarado consideró que la disminución de las vocaciones se debe a varios factores. “No solo se puede decir que es la falta de interés o la falta de promoción vocacional, a veces influye muchas propuestas de estilo de vida que pueden resultar más atrayentes y cómodas”.

Consideró que para promover las vocaciones quizá falte renovar las estructuras de promoción vocacional y de trabajo en las parroquias y con las familias.

“Los valores cristianos deben de reforzarse y plantear siempre la opción sacerdotal como una vocación y una posibilidad entre los jóvenes”, indicó.

A su vez, Eddi Mauricio Poot dijo que la promoción de las vocaciones sacerdotales es un trabajo que le corresponde a toda la Iglesia, a laicos y a sacerdotes.

“Dios no deja de llamar, Dios continua llamando siempre; el ruido de la sociedad impide que podamos escuchar la voz de Dios y creo que los que estamos de este lado —laicos, sacerdotes y religiosas— tenemos que hablar más fuerte de este Dios para poder motivar a muchos más jóvenes”.

“Eso es lo que hace falta: alzar la voz con el testimonio y con el servicio”, aseguró.—

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2022-08-19T07:00:00.0000000Z

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