Figuras destacadas de la rica historia en el sóftbol yucateco

Platicando con varios amigos que aún damos lata en esta vida que tanto hemos disfrutado, no puedo dejar en el tintero una de tantas historias deportivas que tuvieron como escenario el aun bello campo de sóftbol del Club Campestre.

Me refiero al accionar de un equipo, el de la foto enmarca el presente artículo autonombrado por sus mismos integrantes como “La Banda”. Jóvenes de esa época que destacaron en el aspecto deportivo de sus colegios y universidades y llenaban las gradas del campo debido a su entrega, ganas de triunfo, rechazo a las derrotas y vítores y broncas que armaban, la mayoría de ellas contra el equipo del cual yo formaba parte, que era el representativo del Club.

En años recientes en mis visitas de carácter médico al que fue mi cardiólogo por muchos años, hoy retirado de la profesión, el doctor Miguel Esquivel, se alargaban recordando inolvidables momentos que, aun siendo rivales, vivimos en nuestros enfrentamientos y también añorábamos la partida anticipada a la Gloria Celestial de tres miembros de “La Banda” que nos dejaron anticipadamente.

Puntales del club y excelentes deportistas, los recordamos con mucho aprecio:

A. José “Pepe” Ongay. Sin ser de complexión atlética, tenía un cúmulo de facultades que le permitieron destacar en todos los deportes que practicaban, en el Club o el Instituto Tecnológico de Mérida, donde cursó sus estudios, y que muchas veces se fue al centro del diamante utilizando el lanzamiento conocido como veleta, que pocos yucatecos practicaban en esas fechas.

B. Ernesto “El Conejo” Rosado, excelente hermano, amigo, esposo y deportistas. Ocupaba la posición de cátcher, pero también jugaba en otras si así se requería.

C. Mario Arturo López, pítcher de cabecera que por lo general abría todos los partidos, directivo del Club por muchos años y gran amigo mío por relaciones de trabajo y profesión.

Los demás miembros de equipo hasta hace algunas campañas seguían regando la polilla en los campos de muestra bella ciudad, razón por la cual me pareció interesante ilustrar el presente con una foto de esa época. No cabe duda, el deporte en general es fuente de bellos recuerdos y amistades. Mérida, agosto de 2022