Diario de Yucatan

Se cumplen 50 años de pionera cirugía

Yucatán implantó en mayo de 1972 un marcapasos

BOETA MADERA VALENTINA

Yucatán cumple 50 años de ser el primer estado del Sureste en implantar un marcapasos, que en ese entonces costaba 12 mil pesos.

En la entidad el dispositivo está disponible para su implantación desde que hace medio siglo, el 12 de mayo de 1972, el cardiólogo Miguel Esquivel Escalante colocó el primero en el Hospital Benito Juárez del IMSS.

En esa fecha, el médico yucateco colocó el aparato al señor José María Pérez Villegas, de 63 años de edad y quien presentaba bloqueo auriculoventricular con crisis de Stokes-Adams, una condición que le hacía perder la conciencia.

Al igual que otras tecnologías médicas, la aparición del marcapasos se ha traducido en mayor expectativa y calidad de vida para personas enfermas, en este caso las afectadas por el ritmo irregular del corazón. En Yucatán el dispositivo está disponible para su implantación desde que hace medio siglo, el 12 de mayo de 1972, el cardiólogo Miguel Esquivel Escalante colocó el primero en el Hospital Benito Juárez del IMSS.

En esa fecha, el médico yucateco, que apenas en marzo de 2021 se retiró de la práctica profesional, colocó el aparato al señor José María Pérez Villegas, de 63 años de edad y quien presentaba bloqueo auriculoventricular con crisis de StokesAdams, una condición que le hacía perder la conciencia.

El aparato fue donado por la compañía Cordis y tenía un precio aproximado de 12 mil pesos, según el relato del Diario de 1972 sobre la intervención.

En la operación también participaron los doctores Marcos Vázquez Pacheco, cirujano; Rubén Argüero Sánchez, jefe de cirugía del Hospital de Enfermedades del Tórax del Centro Médico Nacional del IMSS, y Carlos Gaos Schmidt, director de la Unidad Coronaria del mismo hospital capitalino.

No era fortuita la presencia en el quirófano del doctor Gaos; él fue maestro del doctor Esquivel cuando éste cursaba estudios de posgrado en Ciudad de México —dos años de Medicina Interna y otros dos de Cardiología— y el especialista yucateco se refiere a él como su mentor y guía cuando evoca para el Diario la cirugía de hace medio siglo.

“Traje (para apoyar la intervención en Mérida) al mejor en la implantación de marcapasos, para mí era el mejor de todo México, no solo del hospital donde trabajaba”, indica.

Frente al elevado número de casos de cardiopatía en Yucatán, el doctor Esquivel sostenía que, por la diferencia de altitud, a los pacientes les beneficiaría recibir atención en nuestra entidad en lugar de Ciudad de México, adonde hasta entonces debían viajar para atenderse. De ahí el interés de comenzar a implantar los marcapasos en el Estado.

A la cirugía del 12 de mayo de 1972 le antecedieron dos años en los que el cardiólogo yucateco acompañó al doctor Gaos Schmidt en sus numerosas intervenciones de colocación de marcapasos hasta llegar al punto de que éste fue dejando en sus manos algunas implantaciones, en las que solo lo supervisaba.

Unos meses después de regresar a vivir a Mérida al terminar sus posgrados, el doctor Esquivel —entonces cardiólogo del Hospital O’Horán— recibió en consulta al señor Pérez Villegas, cuyo caso “consideré ideal para poner el primer marcapasos” en Yucatán.

El paciente aceptó someterse a la operación, que se efectuó en el hospital del IMSS porque, de acuerdo con el médico, ofrecía ventajas en materia de equipo. Además, el doctor Gaos Schmidt aportó instrumental especial para la implantación, “sobre todo los catéteres”.

El procedimiento se desarrolló “exacto, perfecto afortunadamente”, agrega. “El segundo, tercero, cuarto que hicimos fueron cada vez mejor”.

Porque a partir de esa fecha las cirugías de marcapasos se hicieron más frecuentes y así continuaron, al igual que la evolución de los dispositivos. A medida que pasaba el tiempo, señala el doctor Esquivel, los aparatos “venían más completos” y de menor tamaño en comparación con el primero, que “parecía una polvera grande”.

Aunque la cirugía aumenta la esperanza de vida de la persona con arritmia, el médico advierte que ese impacto está también en función de la edad del paciente y el cuidado que tiene de sí mismo: asistencia periódica a revisión, vigilancia de su alimentación y apego a los medicamentos, del mismo modo que mantenerse alejado de objetos o sitios que puedan interferir con el mecanismo eléctrico del aparato.

El cuidado no termina

En ese sentido, el doctor Esquivel subraya que, aun con el marcapasos, se pueden seguir presentando problemas cardíacos si no se protege al corazón con ejercicio y nutrición adecuada. Igualmente hay que considerar que los dispositivos tienen duración limitada, incluso si la de los actuales es muy prolongada.

En la aparición de la arritmia, expone, juega un papel la predisposición genética, pero también factores de riesgo como la aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias), que tiene entre sus causas el consumo de alimentos altos en grasas saturadas. “La arritmia la podemos curar antes de que pase a más”, indica el doctor Esquivel Escalante, quien añade que “generalmente pedimos un estudio que muestre cómo está el músculo cardíaco” para evaluar el tratamiento a seguir.

Si se determina que el paciente requiere un marcapasos, se dispone de “muchos modelos nuevos, de diferentes tamaños” y precios para la intervención.

Para cuidar la salud del corazón, el principal consejo del doctor Esquivel Escalante es llevar una vida saludable, “y la vida saludable se obtiene con el ejercicio; hacer ejercicio es el número uno que recomienda un médico que quiere que sus pacientes vivan más”.—

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2022-05-14T07:00:00.0000000Z

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